No sabéis lo que siente uno cuando está lejos y no puede ir a la llamada de su cuadrilla. Todo llega y todo pasa, y espero que se pase para mí, lo más pronto posible, esta situación que me impide poder disfrutar junto a mis hermanos de los ensayos de los viernes.
Creedme si os digo que es mi Vía Crucis particular esta Cuaresma.
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