viernes, 2 de abril de 2010

Cómo pasó el Jueves Santo... Manolito Martínez

Después de descubrir definitivamente este año la luz de la Humildad, Manolo se refugió en casa todo el día, de donde sólo salió para ser apaleado por un fisioterapeuta del centro de atención al costalero.

Tras esta deprorable escena corrió a refugiarse al lugar de donde nunca debió salir: La Trabajadera.

2 comentarios:

MANOLO MARTINEZ dijo...

Bueno, no tengo palabras para agradeceros a todos la oportunidad de haber compartido con vosotros tantas sensaciones durante estos meses culminadas en un Miéroles Santo irrepetible, gracias, me siento privilegiado por poder sentir una vez mas al Señor de la Humildad sobre mi, de formar parte no sólo de una gran cuadrilla de arte sino de ese sentimiento Capuchino difícil de expliar pero que todos entendeis, sigamos trabajando en este camino colaborando, trabajando y ayudando en lo que podamos pero con humildad y desde atrás, me vais a permitir volver a agradeceros a todos vuestra entrega y todo lo que juntos hemos vivido pero quiero hacer especial mención a Jorge con quien he compartido estación de penitencia en la misma trabajadera, un placer trabajar a tu lado y compartir mi esfuerzo para que el Señor como fuimos pidiendole ponga buena a tu hija, seguro que si, un abrazo y garcias a todos de verdad. MANOLO MARTINEZ.

Pepe dijo...

Hay Manolo,hay Manolo de mi bolo!!!
Gran descubrimiento,para mi que es el autentico estreno del misterio jajaja

 
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